Términos
de referencia y mandato
La Fundación Nueva Cultura del Agua pidió a los Profesores
John W. Day y Edward Maltby que prepararan un estudio independiente
del Plan Hidrológico Nacional Español (PHN), especialmente
relacionado con los impactos que ocasionaría el trasvase de las
aguas del Ebro en el tramo inferior y su delta, junto con las nuevas
presas y los proyectos de regadío. Los temas que se tratarán
en el estudio incluyen la importancia del delta del Ebro, los impactos
ambientales del PHN en el tramo final del Ebro, su delta y las aguas
costeras, la responsabilidad que conllevan las relevantes obligaciones
internacionales en lo que se refiere a biodiversidad, agua y humedales,
y los futuros escenarios que puedan resultar de las diferentes acciones.
PREÁMBULO
En este breve estudio intentamos llamar la atención de los aspectos
clave del debate entorno al PHN, los cuales merecen una consideración
más detallada, especialmente por la comunidad Europea y la comunidad
Internacional en general. Tenemos especial interés en que no
se pierda una oportunidad, por parte de las autoridades responsables,
de demostrar que hay conciencia de la necesidad de un nuevo enfoque
hacia la gestión integrada y sostenible del agua, reconociendo
las obligaciones bajo la legislación europea y otras obligaciones
internacionales relevantes. Así se satisfarían los requisitos
económicos legítimos de la gente mientras que se mantendría
la calidad del medioambiente y se conservaría la biodiversidad.
Los posibles impactos de las propuestas del PHN en el bajo Ebro y en
particular en su delta han sido motivo de un debate considerable. En
este estudio nosotros examinamos:
La
importancia del delta del Ebro y las relaciones funcionales con el régimen
hidrológico de la cuenca.
Los posibles impactos del PHN en el delta; con particular referencia
a los temas de biodiversidad, el uso sostenible de los recursos naturales,
el cambio climático global y la subsidencia en el delta, la calidad
y protección del medioambiente junto con el bienestar humano.
Ejemplos de legislación europea relevante, obligaciones y recomendaciones
bajo las convenciones internacionales y otras experiencias útiles
y consejos, para ayudar en la toma de decisiones óptimas y mejorar
la gestión de la cuenca del Ebro y su delta.
Condiciones, opciones y escenarios futuros que pueden surgir de las
diferentes acciones.
Se ofrecen un número de recomendaciones para que las partes más
interesadas las tengan en cuenta.
La razón principal de nuestro interés estriba en:
La
creciente preocupación en todo el mundo por el uso de agua dulce
y los conflictos por la demanda de un recurso cada vez más escaso.
El agua fue una de las cinco prioridades de la Cumbre Mundial de Johannesburgo
sobre el Desarrollo Sostenible.
Reconocer que el fluir natural de un río es un elemento vital
en la sostenibilidad de los sistemas geomórficos y ecológicos
que provee de materias importantes y servicios a la gente, la fauna
y la calidad medioambiental. El delta del Ebro en especial es un área
de gran valor ecológico y económico.
La necesidad de más debates fundamentados y la aplicación
de nuevos enfoques para la reconciliación de los diversos usos
de agua.
Concienciar de la artificialidad y la inadecuación de la división
entre las consideraciones ecológicas/medioambientales y socio-económicas
en la toma de decisiones. Los beneficios ecológicos y medioambientales
generalmente se traducen también en grandes beneficios para el
bienestar social y la economía.
La necesidad de estudiar casos que presenten mayores retos y así
demostrar las lecciones clave para el futuro en estrategias de desarrollo
y la práctica de un uso sostenible del agua.
Nuestro informe proporciona una visión global más que
un nuevo estudio empírico de las consecuencias probables de la
implementación de las especificaciones actuales del PHN, e identifica
otras fuentes de consejo y guía que consideramos que no han sido
tenidas suficientemente en cuenta en su preparación.
1. Resumen Ejecutivo
El Delta del Ebro cubre 330 km2 - 20% de los cuales son áreas
naturales y la superficie restante es agrícola y urbana. Los
campos de arroz cubren sobre unas 21.000 ha. Las áreas naturales
incluyen playas de arena, lagunas, cañaverales, y marismas de
agua salada, de agua salobre, y de agua dulce. El delta tiene una gran
biodiversidad y productividad, mantiene una pesca importante, proporciona
hábitat para la fauna, y tiene capacidad de depurar el agua.
Algunas de las actividades económicas importantes incluyen la
agricultura, la pesca, la acuicultura y el turismo con un valor económico
anual total de unos 100 millones de Euros. Unas 8.000 ha del delta son
Parque Natural y zonas Ramsar, y también parte de la red Natura
2000 de la Unión Europea. El delta es la segunda zona más
importante de aves de España.
El delta del Ebro se ha formado en los últimos miles de años.
El río ha ocupado tres lóbulos sucesivamente durante los
últimos dos mil años. El delta fue relativamente natural
hasta mediados del siglo XIX. El cultivo del arroz durante la segunda
mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX tuvieron como resultado
la conversión de grandes áreas de humedales y lagunas
en campos de arroz. Hasta 1960, los sedimentos en suspensión
en el agua de regadío depositados en los campos de arroz resultaron
en un índice de crecimiento (depósito de sedimento) de
unos 0,5 cm por año. Desde 1960, las grandes presas han retenido
casi todos los sedimentos del río y ahora hay una pérdida
neta de sedimentos en la planicie del delta.
Hay una serie de temas de actualidad en relación con el delta
del Ebro que son fundamentales para una comprensión de los impactos
potenciales del PHN. Estos temas demuestran que el delta del Ebro ya
está bajo una presión considerable que perjudica la gestión
de un uso sostenible.
La
disminución del caudal del río y la eliminación
casi completa del aporte de sedimentos propician la regresión
de la costa.
Deterioro de la calidad del agua en el río, estuario, lagunas
y bahías.
Pérdida de zonas húmedas y otros hábitats naturales.
Intrusión de agua salina.
Subsidencia de la planicie del delta y falta de crecimiento que conlleva
el hundimiento de esta planicie por debajo del nivel del mar.
Predicciones de una aceleración en la subida del nivel del mar
de 40-60 cm en este siglo.
Merma de la pesca.
Varias tendencias relacionadas con el cambio climático global
harán que la gestión sostenible del delta del Ebro sea
más difícil y los impactos del PHN más severos.
El PHN prevé una mayor regulación del río con la
construcción de más presas en la cuenca del Ebro, además
del trasvase de grandes cantidades de agua a otras cuencas y nuevos
regadíos en la suya propia. El plan no tiene en cuenta las necesidades
de sedimento y la gestión del agua para mantener el delta del
Ebro. Si se implementa en su totalidad, el PHN haría casi imposible
llevar a cabo una gestión sostenible del delta del Ebro en un
escenario de "subida relativa del nivel del mar". El resultado
inevitable del PHN será el deterioro de la parte baja del río
y de su delta.
Presentamos como ejemplos, dos posibles escenarios con subida relativa
del nivel del mar (SRNM) como condición supuesta. Uno es un escenario
con un delta sostenible basado en un plan integrado, extensivo y el
otro, que es un escenario sin actuaciones ("Business As Usual"),
es una continuación de las tendencias recientes del bajo caudal
de agua, reducción del aporte de sedimentos, pérdida de
sedimentos de los campos de arroz, y un continuo hundimiento de la placa
deltaica.
Conclusiones y Recomendaciones Generales
La conclusión general a la que hemos llegado es que no sería
apropiado proceder con el plan en su forma presente por los siguientes
motivos:
Su
realización amenazará la supervivencia de importantes
hábitats y especies protegidas en la legislación europea
existente.
La reducción propuesta en el aporte de caudal y la consiguiente
pérdida de más sedimento pone en riesgo la sostenibilidad
de todo el delta, sus ecosistemas y las comunidades humanas. Esto es
especialmente así debido a la continua subsidencia del delta
y la probable aceleración en la subida del nivel del mar y del
cambio climático.
Parece que no se ha prestado suficiente atención a la amplia
gama de consejos actualmente disponibles de otras experiencias surgidas
de obligaciones bajo directivas de la EC y Convenciones Internacionales
como Ramsar y la Convención sobre Diversidad Biológica.
La inmensa oposición pública al plan entre una amplia
gama de interesados en la zona afectada de la cuenca del Ebro y particularmente
del delta.
Hacemos las siguientes recomendaciones: Se debería preparar un
plan revisado de gestión de cuenca para el Ebro y éste
debería estar sujeto a una rigurosa consulta pública tal
que el Ebro pueda ser usado como ejemplo principal en la implantación
de la Directiva Marco de Aguas de la UE.
La
gestión hidrológica del Ebro y de otras cuencas debería
considerar plenamente las obligaciones de la Convención Ramsar,
especialmente con relación a asegurar un uso sostenible de los
humedales y prevenir cambios (adversos) en el carácter ecológico.
Se
deberían tener más en cuenta las conclusiones y las recomendaciones
de la Comisión Mundial de Presas (CMP). Éstas proporcionan
directrices para la gestión de las cuencas en las cuales se pretende
hacer modificaciones.
2.
Historial e Introducción
2.1 Las cuencas de los ríos y los deltas están íntimamente
conectados a través del ciclo hidrológico y deben ser
gestionados como una unidad de función integrada.
En general, la comunidad científica considera que la gestión
de las cuencas de los ríos debería considerar el funcionamiento
de la cuenca en su totalidad; dicho de otro modo, debería haber
un enfoque funcional general.
Existen varios marcos científicos conceptuales con relación
al funcionamiento de las cuencas de los ríos y deltas. En particular
centramos la atención en los conceptos del río continuo,
las hipótesis del pulso de caudal, y las hipótesis de
pulso de los deltas. Estos conceptos describen cómo las interacciones
río arriba y río abajo, las interacciones entre los ríos
y sus zonas de inundación, y las diversas relaciones entre el
río, el delta y el mar sirven para estructurar y regular el funcionamiento
incluyendo la productividad y la biodiversidad de los ecosistemas de
las cuencas de los ríos.
En las partes altas de la cuenca, las interacciones son mayoritariamente
de la tierra al río y en dirección río abajo. En
la parte baja de la cuenca, los flujos bi-direccionales de energía,
organismos y el material entre el río y la plana deltaica ganan
más importancia en el funcionamiento ecológico del río.
En el delta, una interacción continua entre el río, zonas
húmedas, zonas acuáticas poco profundas y el mar es esencial
para mantener la hidrología, el ciclo bioquímico, la productividad
y la biodiversidad. Las vidas de muchas especies están supeditadas
a movimientos activos entre los diferentes hábitats del delta.
Ejemplos de estas especies son los peces de estuario como el Fartet
(Aphanius iberus) el cual es endémico de la costa occidental
mediterránea, o aves costeras como la Gaviota de Audouin (Larus
audouinii). Ambas especies están amenazadas globalmente y tienen
sus mayores poblaciones mundiales en el delta del Ebro. La gestión
sostenible debe estar basada en este complejo funcionamiento del ecosistema.
El uso humano depende de estos ecosistemas para el desarrollo de la
agricultura, el turismo, la pesca, la acuicultura y la protección
de la fauna pero debe también reconocer y mantener el complejo
funcionamiento de estos ecosistemas.
3.
El río Ebro y su delta
3.1 Su importancia social, la fauna y la calidad medioambiental.
El delta del Ebro es una de las zonas húmedas más importantes
del Mediterráneo occidental. Es valioso tanto desde un punto
de vista económico como ecológico. Es uno de los hábitats
más importantes para las aves del Mediterráneo, y la segunda
Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) más importante
en España. Parte del delta (sobre 8.000 ha) fueron designadas
Parque Natural en 1986.
La importancia internacional de los valores naturales del delta del
Ebro ha sido ampliamente reconocida. En 1984 fue declarado por el Consejo
de Europa como área de especial interés para la conservación
de vegetación halófita. También ha sido reconocida
como área de importancia europea en la conservación de
vegetación acuática. Más recientemente (1993),
fue incluido en la lista de áreas Ramsar y es parte de la red
Natura 2000. La zona húmeda ha sido reducida de aproximadamente
250 km2 en
1900 a 80 km2 en 1990 debido al aumento de la agricultura y otros usos.
Se han observado un total de 330 especies de aves en el delta, de las
cuales 81 especies crían regularmente y otras 28 lo hacen ocasionalmente.
Se incluyen un total de 55 en el Anexo I de la Directiva de Aves de
la Unión Europea. Entre las especies que crían, 50 son
acuáticas, con 40.000 parejas nidificantes y una población
media de 180.000 pájaros en invierno. El delta del Ebro tiene
importancia internacional como zona de cría de al menos 24 especies,
como zona de hibernación de 13 especies ampliándose ocasionalmente
a 14 más; y como espacio de migración. La fauna piscícola
es también muy rica, con 55 especies de peces observados en el
Delta, sin incluir las especies marinas. Es remarcable que haya seis
especies endémicas de la costa oeste mediterránea de la
Península Ibérica. Destaca la presencia, en la parte baja
del río Ebro, de una especie de molusco bivalvo de agua dulce
protegido, (Margaritifera auricularia), que tiene en este hábitat
su última población mundial viable. Hay un total de 18
hábitats incluidos en la Directiva 92/43/CEE para la Conservación
de los Hábitats Naturales y de la Fauna y la Flora Silvestres,
dos de los cuales tienen una prioridad de conservación y ocho
están localmente en peligro.
La agricultura, la pesca, la acuicultura y el turismo son actividades
económicas que dependen del delta, con un valor económico
anual total de unos 100 millones de Euros. La agricultura del arroz
es la principal actividad humana del delta (60% de su superficie) y
los campos de arroz juegan un papel crucial en su economía y
ecología. La producción total de arroz es de unas 120.000
toneladas anuales, la tercera más importante de la Unión
Europea. Un extensivo sistema de riego proporciona agua dulce del río
Ebro a los campos de arroz. Además de la cosecha, los campos
de arroz juegan un papel ecológico importante como hábitat
para las aves migratorias que hibernan en el Delta, evitan la intrusión
salina, e intervienen en los ciclos biogeoquímicos como la desnitrificación.
Las capturas pesqueras en los puertos influenciados por la corriente
del río Ebro están entre las mayores del oeste del Mediterráneo,
con una media de unas 6.000 toneladas por año. La acuicultura
es una actividad económica creciente, con una alta producción,
unas 3.000 toneladas anuales, de mejillones y ostras en las bahías
del Fangar y de los Alfacs. El turismo ha crecido sustancialmente desde
la creación del Parque Natural. Actualmente el número
de visitantes se estima en más de medio millón de personas
por año.
3.2 El delta del Ebro ya está bajo una considerable presión
que perjudica la gestión de un uso sostenible.
El funcionamiento ecológico del delta del Ebro en la actualidad
depende ampliamente de, y está afectado por, actividades humanas
(especialmente la producción de arroz) como resultado de la modificación
del régimen natural hidrológico. Estas actividades ya
han provocado que una gestión sostenible sea difícil.
En condiciones naturales mucha del agua que llegaba a la planicie del
delta fluía a través de los humedales. Una gran cantidad
de agua de los canales de riego hoy en día (sobre 45 m3/s de
abril a septiembre) entra por los campos de arroz y evita las zonas
húmedas. Los altos niveles de nutrientes y pesticidas aportados
en los campos de arroz conllevan la eutrofización. En el transcurso
de las últimas décadas, estas condiciones han generado
una merma en la diversidad biológica, una reducción de
la producción macrófita sumergida, y una disminución
en las poblaciones de peces y de aves acuáticas. La descarga
total de agua y sedimentos del río es un elemento fundamental
del sistema ecológico y es esencial para el mantenimiento de
la estructura y el funcionamiento de los diferentes hábitats
del delta. Por ejemplo, se ha demostrado que la captura pesquera costera
en la región está estrechamente relacionada con el volumen
de agua aportada por el río.
3.3
La historia del desarrollo del delta está intrínsecamente
ligada al caudal del río y a la aportación de sedimentos.
El delta que existe hoy se desarrolló en los últimos miles
de años. Hasta el siglo XVIII, el delta incrementó su
área a medida que el río ocupaba canales sucesivos. Ha
habido tres lóbulos principales del delta en los últimos
dos mil años. El desarrollo de la llanura actual del delta empezó
como consecuencia de la última estabilización relativa
del nivel del mar, aproximadamente hace 5-7000 años.
El desarrollo del lóbulo sur fue máximo al final del primer
milenio. Antes del año 1500 el lóbulo ya había
sufrido una considerable regresión, después del abandono
del viejo brazo del río (Riet Vell). El lóbulo norte ya
estaba activo hacia el 1580 y alcanzó su máximo desarrollo
sobre 1700 (Riet de Zaida). Antes de 1750, el canal actual del río
ya estaba activo, alcanzando su máximo desarrollo a mediados
del siglo XX.
Después de la construcción de las grandes presas en la
parte baja del río, la desembocadura empezó a retroceder
debido a la gran reducción de aportación de sedimento
basto (principalmente arena). La franja del delta está ahora
dominada por las olas, tendiendo a suavizar la línea costera
mediante procesos de erosión litoral, transporte y redistribución.
La existencia de bancos de arena a ambos extremos de la costa externa
provoca una retención de la mayoría de la arena del sistema
que hace que el área total de playas y dunas permanezca casi
constante.
Una parte importante de la llanura del delta ya está cerca o
por debajo del nivel de pleamar. En las próximas décadas,
el problema geomórfico más serio será la pérdida
de elevación de tierra en la planicie del delta debido a la falta
de aportación de sedimentos combinado con la subsidencia (hundimiento
de la superficie de la tierra) y el aumento del nivel del mar.
3.4 Necesidad de un debate público
La necesidad de tener un debate público argumentado es prioritaria
para el desarrollo de la nueva filosofía en gestión sostenible
de tierras y de aguas. Esta filosofía está en el centro
del nuevo Marco de Aguas de la UE al igual que en la implantación
de los objetivos de las Convenciones Internacionales clave, como por
ejemplo la Convención de la Diversidad Biológica y la
Convención Ramsar de zonas Húmedas.
4. Las cuestiones actuales ya comprometen la
supervivencia futura y la gestión sostenible del delta del Ebro,
y se verá agravado por la puesta en marcha del PHN.
Las cuestiones actuales destacadas en relación con el delta del
Ebro y la puesta en marcha del PHN son las siguientes:
Descenso de caudal en la desembocadura y la virtual eliminación
de la aportación de sedimentos
Deterioro de la calidad del agua del río, estuario, lagunas y
bahías
Pérdida de zonas húmedas, otros hábitats naturales,
y especies que en ellas habitan
Intrusión de agua salina
Hundimiento de la llanura deltaica y falta de deposición de sedimentos
Predicciones de la aceleración de la subida del nivel del mar
en 40-60 cm este siglo
Merma de la pesca
Mantenimiento del bienestar socioeconómico de las comunidades
locales.
Explicación
de estas cuestiones
Las principales transformaciones humanas del delta del Ebro ocurrieron
en el siglo XX. De 1900-1970 se convirtieron la mayoría de humedales
y algunas lagunas en campos de arroz. Se construyó un extenso
sistema de drenaje para llevarles agua dulce.
La construcción de presas, especialmente el sistema de Riba-roja/Mequinença
ha desembocado en grandes cambios en la hidrología y en la cantidad
de sedimentos del río. Hasta la construcción de estas
dos grandes presas en la parte baja del río, había grandes
crecidas y altas concentraciones de sedimentos en suspensión.
La deposición de sedimentos en el delta se ha reducido hasta
en un 99% y el caudal de agua dulce también se ha visto reducido
drásticamente.
Debido a la falta de aportación de sedimentos, algunas áreas
considerables de los márgenes del delta están ahora por
debajo del nivel del mar, teniéndose que efectuar bombeos a gran
escala. Esto implica que el bombeo de agua del drenaje va a parar directamente
a las bahías, empeorando aún más la eutrofización
y propiciando la intrusión salina en las lagunas. Además,
el agua drenada de los campos de arroz contiene nutrientes y pesticidas.
La mayoría de este drenaje no pasa por los humedales existentes
y fluye directamente a las lagunas y bahías contribuyendo al
deterioro de la calidad del agua. Ha habido un descenso en las capturas
pesqueras relacionada con la reducción del caudal del río,
la destrucción del hábitat, y la pobre calidad del agua.
Los resultados combinados de estos problemas amenazan la futura sostenibilidad
del cultivo del arroz, la pesca y el mantenimiento de las comunidades
locales.
Durante la época anterior a las presas, el sistema de riego del
arroz potenció la sedimentación en la planicie deltaica
con unos 50 cm depositados entre 1860 y 1960. Después de la construcción
de las grandes presas, la aportación de sedimentos a la planicie
deltaica se redujo drásticamente. Las presas controlan las grandes
crecidas y el 99% de los sedimentos fluviales quedan atrapados en ellas.
Actualmente hay una pérdida neta de sedimentos en los campos
de arroz.
En resumen, la historia del presente delta del Ebro puede ser dividida
en tres períodos que reflejan los impactos humanos y las prácticas
en la gestión del río y su delta. Hasta el 1860, cuando
se construyó el primer canal de riego, había un delta
natural, con grandes crecidas del río que esparcían el
agua, con un alto nivel de sedimento en suspensión, por las zonas
húmedas con baja eutrofización. Del 1860 a 1960, cuando
se desarrolló la agricultura tradicional del arroz y aún
no existían las grandes presas en la parte baja del río,
eran frecuentes las crecidas altas y moderadas con altos índices
de sedimentación en los campos de arroz y los humedales, debido
principalmente a los sistemas de riego. La superficie de los humedales
se redujo drásticamente (mayoritariamente de 1900 a 1950), pero
la eutrofización aún era baja porque la salida de los
campos de arroz era filtrada mayoritariamente a través de los
humedales. Desde 1960, con las grandes presas y el desarrollo de la
agricultura moderna, las grandes crecidas del río han desaparecido
y la sedimentación se ha reducido drásticamente. La eutrofización
y la contaminación por pesticidas han aumentado notablemente
a causa del uso creciente de fertilizantes y pesticidas y el hecho que
las aguas se hayan desviado de las zonas húmedas.
Es fundamental reconocer el cambio global para gestionar el delta
de forma sostenible.
Uno de los temas medioambientales clave que es prioritario en las consideraciones
sobre la sostenibilidad del delta del Ebro y de los impactos del PHN,
es el cambio climático global (calentamiento global y cambios
en la precipitación), así como la aceleración en
la subida del nivel del mar. El consenso científico internacional,
como resumió el Panel Intergubernamental del Cambio Climático,
es que el clima está subiendo de temperatura y que habrá
cambios en las estructuras de las precipitaciones. Las precipitaciones
han disminuido en la mayoría de la cuenca del Ebro en un 4% en
los últimos 50 años y se prevé que disminuyan aún
más. Estas disminuciones futuras en las precipitaciones implican
que las necesidades de agua proyectadas por el PHN (trasvases, regadíos
y otros usos) no se podrán satisfacer.
Otro resultado extremadamente importante del cambio global es la aceleración
de la subida del nivel del mar que previsiblemente será de 40-60
cm. El delta del Ebro, como la mayoría de deltas, es particularmente
sensible a la subida del nivel del mar porque está en subsidencia
o, lo que es lo mismo, hundiéndose. La subsidencia es un resultado
natural de la compactación, consolidación y desecación
de los sedimentos. A menudo está potenciado por las actividades
humanas como las detracciones de agua de la sub-superfície y
la oxidación de los sedimentos orgánicos secos. Así
pues, para sobrevivir a la elevación del nivel del mar, la planicie
del delta debe crecer hacia arriba no sólo al mismo ritmo que
está subiendo el nivel del mar sino también al ritmo que
la planicie del delta se está hundiendo. La combinación
de la subida del nivel eustático del mar más la subsidencia
se denomina subida relativa del nivel del mar (SRNM). Por ejemplo, mientras
el índice actual de la subida eustática está entre
1-2 mm/año, se estiman índices de subsidencia en el delta
de 2-5 mm/año, resultando una SRNM de entre 3-7 mm/año.
Si la superficie del delta no crece verticalmente en proporción
igual a la SRNM, entonces la superficie del delta se hundirá
por debajo del nivel del mar. Esto significa que se necesitará
bombear más agua continuamente, los humedales estarán
bajo mayor presión debido a factores como la intrusión
de agua salada, y el delta se aislará progresivamente del mar.
Actualmente la SRNM nos está conduciendo a una pérdida
de humedales, erosión litoral, e intrusión de agua salada
en un gran número de zonas costeras.
Casi el 50% del delta está en la actualidad por debajo del nivel
de pleamar y parte del margen sur del delta está al nivel del
mar en un área protegida por diques. Según las proyecciones
para la aceleración de la subida del nivel del mar, sobre un
75% del delta estará por debajo del nivel de pleamar en menos
de un siglo. Como ya hemos mencionado anteriormente, la SRNM en el delta
es de 3-7 mm/año. Los índices de sedimentación
presentes en el delta varían de 4 mm/año en las zonas
húmedas de la desembocadura a menos de 0,1 mm/año en las
marismas cerradas y en los campos de arroz. El déficit anual
de sedimento en la planicie deltaica con respecto a la SRNM es de cerca
de 1 millón de m3/año. Los índices de sedimentación
en los campos de arroz anteriores a la construcción de las grandes
presas en la cuenca del Ebro eran más altos que los índices
de la SRNM, variando entre los 3 y los 15 mm/año. Hoy en día,
más del 99% de los sedimentos fluviales están retenidos
en los embalses y los campos de arroz están perdiendo sobre 0,2
mm/año. Así pues, con las condiciones presentes, el delta
continuará hundiéndose por debajo del nivel del mar. Es
muy probable que el PHN empeore esta tendencia.
Aceptar que la sostenibilidad del delta del Ebro está relacionada
con el continuo aporte de agua y sedimentos
Las consideraciones anteriores demuestran claramente que el delta del
Ebro no es física ni geomorfológicamente sostenible en
la actualidad. La reducción de la mayor parte de sedimentos fluviales
ha dado lugar a la interrupción de los aportes a la costa y a
la planicie del delta. Existe un retroceso de la desembocadura activa
y una reestructuración general del delta. El problema más
crucial es la falta de sedimentación en la planicie del delta.
Ha habido un proceso inverso que va de una ganancia neta en la elevación
anterior a 1960, a una pérdida neta de elevación. Dado
que la mayoría de la superficie del delta estará por debajo
del nivel de pleamar en menos de un siglo, el delta se quedará
esencialmente aislado de las bahías adyacentes y del mar.
En esencia, el ecosistema habrá pasado de ser un sistema con
interconexiones a dos bandas a ser un sistema donde hay una vía
de flujo único de agua bombeada desde la planicie del delta.
Por entonces ya no existirá un funcionamiento del ecosistema
deltaico y el sistema será altamente insostenible. También
existe la posibilidad de que estos factores conduzcan a que el cultivo
del arroz sea económicamente inviable con el consecuente declive
de las poblaciones locales. El estado actual de los deltas del Colorado,
del Nilo y del Po son ejemplos de cómo puede ser el futuro del
Delta del Ebro.
Beneficios
del río Ebro y su delta para la población
El río Ebro proporciona agua, sedimentos y nutrientes al delta
y a los ecosistemas marinos costeros. Estos flujos de material y de
energía son la base de sustento de las principales actividades
económicas, de los paisajes, y de los rasgos culturales del bajo
Ebro. Como ya mencionamos, el cultivo del arroz, la pesca, la acuicultura
y el turismo, que están todos basados en los recursos naturales
locales, son la base de la economía del delta. El cultivo del
arroz, la pesca y la caza tienen un profundo significado en los rasgos
sociales y culturales del bajo Ebro (estilo de vida, literatura, gastronomía,
etc.), donde el agua es parte de la identidad de las personas.
El cultivo del arroz tiene un importante valor medioambiental y económico
en las zonas húmedas, en el sentido de que es la mejor opción
agrícola. Cualquier otro cultivo sin inundación supondría
impactos más fuertes, como la desecación, estrés
salino, subsidencia más rápida, y una contaminación
acuática más elevada de los humedales del alrededor. Además,
como los campos de arroz son un humedal artificial, son un hábitat
apropiado para la alimentación y la reproducción de muchas
aves acuáticas y de peces. Estos valores naturales son la base
de una creciente actividad turística, ya que más de medio
millón de personas visitan el Delta del Ebro cada año.
El ecoturismo y el turismo de navegación fluvial son dos actividades
económicas que van a la alza.
5.
El Plan Hidrológico Nacional Español
No analizamos las necesidades y los propósitos de las transferencias
indicadas en el PHN pero estamos preocupados por el proceso en la toma
de decisiones y la falta de atención prestada a las consecuencias
de las acciones propuestas en el curso bajo del río. El PHN prevé
una mayor regulación del río por medio de la construcción
de más presas en la cuenca del Ebro, y el trasvase de grandes
cantidades de agua a otras cuencas y nuevas zonas de regadío
en la propia cuenca. El plan no presta suficiente atención a
las necesidades de la gestión de sedimentos y de agua para mantener
el delta del Ebro. Los ríos deben ser gestionados para mantener
no sólo un mínimo de caudal que llegue al mar sino también
un mínimo de aportes sólidos. Si se realizara plenamente,
el PHN haría que fuera virtualmente imposible llevar a cabo una
gestión sostenible del delta del Ebro en un escenario de elevación
del nivel del mar. El resultado inevitable del PHN sería la aceleración
en el deterioro del tramo inferior del río y de su delta.
El objetivo principal del PHN es la construcción de un trasvase
de agua de un máximo de 1.050 Hm3 por año desde el tramo
inferior del río hacia la costa norte y la costa sur del Mediterráneo.
La ley del PHN fue aprobada en julio del 2001, y establece los siguientes
valores anuales máximos para ser transferidos a diferentes cuencas:
190 Hm3 al área de Barcelona, 315 Hm3 al área de Valencia,
450 Hm³ al área de Murcia, y 95 Hm³ al área
de Almería. La ley también establece un caudal mínimo
ecológico del río Ebro de 100 m³/s (3.153 Hm³/año),
y que el agua no podrá ser sustraída de junio a septiembre.
La ley también considera la elaboración de un Plan Integral
para la Protección del Delta del Ebro, con el objetivo de asegurar
las condiciones ecológicas especiales de esta zona a través
de la mitigación de los impactos negativos derivados de la realización
del PHN.
El PHN también incluye una lista adicional de las obras públicas
que deberán ser ejecutadas durante el período 2001-2008,
la cual ya fue establecida en los Planes de Cuenca. Este anexo incluye
unas 100 nuevas presas y la infraestructura para el riego de nuevas
áreas (sobre 400.000 ha), al igual que plantas de tratamiento
de aguas, canalizaciones de ríos, etc.
Bajo el PHN, se desviarán una media de 45 m3/año durante
ocho meses al año. Esto nos llevará a que circule muy
poco caudal en el río algunos años. Por ejemplo, durante
el 2002, el caudal del río ha sido de unos 100 m3/s durante la
mayor parte del año, que es el caudal mínimo establecido
por la ley del PHN. Es más, este caudal mínimo se ha determinado
sin base científica, sin la consideración de las necesidades
de caudales de agua y sedimentos para mantener el delta en funcionamiento.
Los niveles futuros de agua dulce llegada al mar darán lugar
a una reducción de la pesca.
Hay una serie de ideas que se dan por sentado en el PHN y que pensamos
que no son válidas. Estas ideas expresan que el trasvase de agua,
las presas y los nuevos regadíos:
- no
afectarán negativamente a los ecosistemas de río abajo,
ni a su funcionamiento ni al valor de las comunidades humanas
- mantendrán
un uso sostenible de las futuras opciones de gestión deseadas
para el bajo Ebro, su delta y las aguas costeras
- representan
el uso más amplio de los recursos de agua transferidos
- que
tienen el apoyo general de la sociedad
- tiene
en cuenta los conocimientos científicos, técnicos y socio-económicos
existentes
6.
Estados futuros, opciones y escenarios
Consideramos esencial el que haya un análisis completo de los
posibles y deseados estados futuros para el delta del Ebro basados en
una gama de opciones de gestión de la cuenca en su conjunto.
Se debería incluir los efectos de varias opciones de transferencia
de agua al igual que la posibilidad de potenciar los caudales actuales
y la deposición de sedimentos en el delta. Más abajo presentamos
como ejemplos, dos escenarios posibles con subida relativa del nivel
del mar (SRNM) como condición previa. Consideramos esencial que
se desarrolle una visión de acuerdo común para las condiciones
futuras deseadas del bajo Ebro y su delta y que la gestión de
cuenca sea dirigida hacia ese objetivo.
La futura gestión sostenible del delta del Ebro debe tener en
cuenta los sedimentos retenidos en los pantanos, el problema de la SRNM
e incluir una amplia gestión de agua dulce y sedimentos del río.
El PHN compromete seriamente la capacidad de conseguir una gestión
sostenible.
Un escenario de delta sostenible.
Éste está basado en un extenso plan integrado. El extenso
plan de gestión activa, usa los desvíos de agua, como
los de las redes de regadío, para estimular el crecimiento de
la planicie del delta y usa los humedales para mejorar la calidad del
agua y proporciona hábitats. Un plan de gestión sostenible
incluirá la restauración de los humedales en algunas de
las zonas más bajas, en las cuales el drenaje por gravedad para
la agricultura ya no sea posible. Estos humedales proporcionarían
hábitat para peces y otra fauna y mejorarían la calidad
del agua. Este enfoque depende de la aportación de sedimentos
y de agua del río suficientes. Debería incluir, cuando
fuera posible, la extracción de sedimentos retenidos en las presas
y su transporte hacia el delta. Esto implica caudales regulares elevados.
En la actualidad se están usando con mucho éxito algunos
desvíos de agua para la restauración de zonas húmedas
en el delta del Mississippi.
El escenario sin actuaciones.
El escenario sin actuaciones ("Business As Usual" - BAU) es
una continuación de las tendencias actuales a la baja de los
caudales de los ríos, disminuyendo el aporte de sedimentos, el
sedimento perdido de los campos de arroz, y la continua bajada de la
superficie de la planicie del delta que tendrá como resultado,
creemos, la gestión no-sostenible del delta. Teniendo en cuenta
las predicciones del cambio climático, la aceleración
en la subida del nivel del mar, y las futuras reducciones de caudal
fluvial debido al PHN, la mayor parte de la superficie del delta estará
por debajo del nivel de pleamar en medio siglo y necesitará ser
secado por medio de bombas. Habrá intrusión salina, más
deterioro de la calidad de aguas, y una reducción en la pesca
debido a la pérdida de hábitat, escasa calidad del agua
y una reducción del caudal fluvial. En resumen, esto significaría
la pérdida del Ebro como ecosistema deltaico de funcionamiento
natural. La continuidad de la existencia del cultivo del arroz es cuestionable
bajo este escenario. Los deltas del Colorado, del Po y del Nilo sirven
como ejemplos del futuro del Ebro dominado por una regresión
litoral, intrusión de agua salina, hundimiento de la mayor parte
de la planicie del delta bajo el nivel del mar, y aislamiento del delta
respecto al mar.
Para una gestión sostenible del delta del Ebro, es crucial mantener
períodos con fuertes caudales que tengan suficiente energía
fluvial para transportar tantos sedimentos como sea posible. El PHN
haría que fuera casi imposible llevar a cabo una gestión
sostenible del delta del Ebro, especialmente en un escenario de SRNM.
En resumen, la gestión sostenible del delta requiere: un abastecimiento
continuo de agua dulce hacia el delta. Permitir la salida de sedimentos
atrapados en los pantanos y su transporte al delta. Un movimiento de
sedimentos y agua hacia la franja y la planicie del delta, el uso de
sedimentos minerales y formación de tierra orgánica para
incrementar el índice de crecimiento, un equilibrio entre las
zonas húmedas agrícolas y naturales para así asegurar
una buena calidad del agua y los hábitats para la fauna y la
pesca. En este sentido, la red de riego de los campos de arroz se convierte
en partes integrales de un delta sostenible. Algunos campos de arroz
tendrán que ser convertidos en humedales para alcanzar este equilibrio.
La red de desagüe tendrá que ser adaptada para asegurar
que el agua de los campos de arroz fluya a través de los humedales
antes de alcanzar las bahías costeras. En nuestra opinión,
el PHN es incompatible con un delta del Ebro sostenible.
7.
Conclusiones y Recomendaciones
Una resolución de las limitaciones inherentes del PHN puede representar
una guía valiosa para otros países. Es esencial una nueva
forma de gestionar el agua para afrontar las presiones crecientes de
la sociedad y es necesario actuar de acuerdo con las obligaciones nacionales,
supranacionales e internacionales.
RECOMENDACIÓN
Se debería preparar un plan revisado de gestión de cuenca
para el Ebro y éste debería estar sujeto a una consulta
pública rigurosa tal que el Ebro pueda ser usado como ejemplo
principal en la implementación de la Directiva Marco de Aguas
de la UE
El gobierno español tiene una oportunidad incomparable de desarrollar
una nueva forma de pensar en la gestión de los recursos de agua
cumpliendo con la nueva Directiva Marco de Agua (DMA). La DMA establece
una actuación integrada para la protección, la mejora
y el uso sostenible de las aguas dulces y costeras de Europa. La DMA
entró en vigor en diciembre de 2000 y requiere a los estados
miembros que pongan en vigor la directiva en legislación nacional
antes del 22 de diciembre de 2003.
En resumen, los objetivos de la Directiva son:
1. Proteger y mejorar las necesidades hídricas de los sistemas
acuáticos, los ecosistemas terrestres y humedales que dependen
de ellos.
2.
Promover un uso sostenible del agua.
3.
Reducir las emisiones de contaminantes.
4.
Proteger las aguas subterráneas.
5.
Mitigar los efectos de inundaciones y sequías.
La introducción de amplios objetivos ecológicos diseñados
para proteger y, cuando sea necesario, restaurar la estructura y las
funciones de los sistemas acuáticos, así asegurando el
uso sostenible de estos recursos, representa un gran cambio de énfasis
en la política del agua de toda Europa. Requiere controles de
los diversos factores que pueden afectar negativamente a los ecosistemas
acuáticos. La Directiva introduce un régimen de planificación
de la gestión de cuenca como mecanismo clave para asegurar la
integración de la gestión de los diferentes sistemas de
agua incluyendo aguas subterráneas, ríos, canales, lagos,
pantanos y estuarios. España tiene la responsabilidad capital
en el grupo de trabajo de desarrollar la Mejor Práctica en la
Planificación de Cuencas Hidrográficas. Es de suma importancia,
consecuentemente, que el Ebro sea considerado como el ejemplo a seguir
en la futura implementación de la DMA aplicando los más
altos estándares técnicos disponibles. Los anexos de la
Directiva se ocupan de las tareas técnicas involucradas en la
planificación de las cuencas de los ríos. En ellos se
indican los análisis, valoraciones y seguimiento requerido para
ayudar en el establecimiento de objetivos medioambientales y el diseño
de medidas adecuadas y efectivas económicamente.
Pensamos que el PHN no ha sido adecuadamente sujeto a este riguroso,
pero esencial, cuestionamiento en cuanto al desarrollo y a las prácticas
más apropiadas bajo los términos de la DMA.
La filosofía de fondo de la Directiva como se articuló
en el Recital (1) es que "el agua no es un producto comercial como
cualquier otro, sino un patrimonio que debe ser protegido, defendido
y tratado como tal."
La
protección y gestión de este patrimonio biológico-cultural,
complejamente interrelacionado, requiere una comprensión de la
ciencia de base especialmente de las relaciones funcionales entre el
ciclo hidrológico, los ecosistemas de la tierra y del agua, y
de las comunidades humanas.
Estas interrelaciones forman el eje conceptual del "Enfoque del
Ecosistema" en la gestión sostenible del capital natural
del mundo y sostienen la implantación de las convenciones globales
clave sobre biodiversidad y zonas húmedas.
Consideramos que el PHN no presta suficiente atención a las obligaciones
y recomendaciones internacionales especialmente las relacionadas con
la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB) y la Convención
sobre Humedales de Importancia Internacional (RAMSAR).
RECOMENDACIÓN
Se
debería prestar más atención a la CDB y a RAMSAR
Las autoridades responsables deberían seguir las decisiones COP
V/6 de la CDB adoptando el "enfoque del ecosistema" como instrumento
para conseguir amplios objetivos de la Convención sobre Diversidad
Biológica (conservación de la biodiversidad, desarrollo
sostenible y reparto equitativo de beneficios).
El enfoque del ecosistema es la gestión integrada de los recursos
terrestres, acuáticos y de la fauna para asegurar la conservación
de forma sostenible y equitativa. "Es un método para mantener
o restaurar los sistemas naturales junto con sus funciones y valores.
Está dirigido hacia un objetivo y radica en un grupo basado en
la colaboración de unas condiciones futuras deseadas que integren
factores ecológicos, económicos y sociales. Se aplica
en un marco geográfico definido básicamente por los límites
ecológicos". (Estudio de la Integración de la Actuación
de la Gestión del Ecosistema 1995)
El enfoque del ecosistema está basado en la aplicación
de las metodologías científicas adecuadas observando los
niveles de la organización biológica que comprenden los
procesos esenciales y las interacciones entre los organismos y su medio.
Este enfoque del ecosistema reconoce que los humanos somos un componente
integral de los ecosistemas (UNEP/CBD/COP4/INF.9, 1998). La implantación
del enfoque del ecosistema está basada en doce principios (ver
Apéndice). Consideramos que el PHN no tiene en cuenta estos principios
ni plena ni adecuadamente.
RECOMENDACIÓN
La gestión hidrológica del Ebro y de otras cuencas debería
considerar plenamente las obligaciones bajo la Convención Ramsar,
especialmente con relación a asegurar un uso sostenible de los
humedales y prevenir cambios (adversos) en el carácter ecológico.
Las recomendaciones de la Misión de Consejo de Ramsar (agosto
2001) en particular, deberían ser adoptadas y se deberían
seguir las directrices tales como La Iniciativa de la Cuenca Fluvial
de la Convención sobre Diversidad Biológica ; la Convención
Ramsar (http://www.ramsar.org/w.n.rbi_progress1.htm), y las directrices
de la Convención Ramsar sobre "la integración de
la conservación de humedales y el uso sostenible en la gestión
de las cuencas de los ríos" (http://www.ramsar.org/key_guidelines_undex.htm).
RECOMENDACIÓN
Se deberían tener más en cuenta las conclusiones y las
recomendaciones de la Comisión Mundial de Presas (CMP) las cuales
proporcionan directrices para la gestión del bajo Ebro y su delta.
Es preciso tener en cuenta el debate global sobre el uso sostenible
del agua, las grandes presas y las consecuencias adversas de los trasvases
de agua. En particular queremos centrar la atención en las conclusiones
y recomendaciones de la Comisión Mundial de Presas (CMP):
Las decisiones clave no son sobre presas como tales, sino sobre opciones
para el desarrollo hidrológico (y energético). Están
en relación directa con uno de los mayores retos que confrontan
al mundo en este nuevo siglo la necesidad de replantearse la
gestión de los recursos de agua dulce. El gran impacto de las
extracciones de agua llevadas a cabo por los humanos en los lagos, ríos
y acuíferos del mundo está bien documentado. El total
anual de las extracciones de agua dulce se han acelerado y en el 2000
se estimaron en 3.800 Hm³, el doble que en 1950. La Comisión
ha reiterado la creciente preocupación en cuanto al acceso, la
equidad y la respuesta a la creciente necesidad del agua.
Esto influye en las relaciones entre:
las poblaciones rurales y urbanas
intereses río arriba y río abajo
sectores agrícolas, industriales y domésticos
las necesidades humanas y los requisitos de un medio saludable
El reto está en resolver los intereses competitivos colectivamente
y reconocer que "las soluciones equitativas y sostenibles serán
en beneficio de todos".
Los dos objetivos de la Comisión eran:
Revisar la efectividad en el desarrollo de las grandes presas y evaluar
alternativas para el desarrollo de los recursos hídricos y energéticos.
Desarrollar un criterio internacional aceptable; directrices y estándares,
cuando convenga; para la planificación, diseño, evaluación,
construcción, funcionamiento, seguimiento y retirada de las presas.
El Informe Global del CMP concluyó:
Las grandes presas diseñadas para proveer servicios de riego,
tradicionalmente no han cumplido con sus objetivos físicos, no
recuperaron su coste y han sido menos provechosas en términos
económicos de lo previsto.
Las grandes presas tienen una amplia gama de impactos importantes en
los ríos, cuencas y ecosistemas acuáticos estos
impactos son más negativos que positivos y en muchos casos han
llevado a pérdidas de especies y ecosistemas irreversibles.
Los esfuerzos hechos hasta hoy para contrarrestar los impactos de las
grandes presas en el ecosistema han tenido poco éxito debido
a: la falta de atención para prevenir y evitar los impactos,
la incertidumbre en las predicciones y su escasa calidad, la dificultad
de afrontar todos los impactos, y a la aplicación parcial de
las medidas correctoras con éxitos también parciales.
Como los costes sociales y medioambientales de las grandes presas no
se han tenido suficientemente en cuenta en términos económicos,
la rentabilidad verdadera de estos proyectos sigue siendo muy elusiva.
La
aplicación de un enfoque basado en un balance no es aceptable
para determinar los costos y beneficios cuando hay grandes inequidades
en la distribución de los mismos, ya que existen compromisos
con los derechos humanos y el desarrollo sostenible. El CMP resaltó
que las opciones alternativas de la gestión de la oferta y demanda
no habían sido suficientemente exploradas en la mayoría
de los proyectos.
La Comisión agrupó los valores esenciales que deberían
informar de futuras decisiones como:
equidad
eficacia
participación en la toma de las decisiones
sostenibilidad
responsabilidad
El CMP ha desarrollado siete prioridades estratégicas y ha establecido
una relación de principios para que sirvan de guía en
la toma de decisiones durante el ciclo de planificación y del
proyecto:
1.Ganarse
la aceptación del público.
2.
Evaluación completa de las opciones.
3.
Estudiar las presas ya existentes.
4.
Sostenibilidad de los ríos y del sustento de las gentes
5.
Reconocer los derechos y repartir los beneficios.
6.
Asegurar el cumplimiento de los acuerdos.
7.
Compartir los ríos para la paz, el desarrollo y la seguridad.
Resumen
de las principales acciones recomendadas
El gobierno debería considerar la forma de:
Poner en práctica las recomendaciones de la Misión del
Consejo Ramsar llevadas a cabo en el delta del Ebro (agosto 2001).
Aplicar los principios del Enfoque del Ecosistema al realizar una visión
común en la futura gestión de la cuenca del Ebro incluyendo
su delta.
Evaluar los requisitos de la Directiva Marco de Aguas para alcanzar
la sostenibilidad y el "buen estado" de las aguas del Ebro
a través de una planificación y gestión de la cuenca
del río.
Examinar la experiencia y las recomendaciones de la amplia gama de iniciativas
disponibles y procesos como los establecidos por la Comisión
Mundial de Presas, la Convención Ramsar de zonas húmedas,
la Convención sobre la Diversidad Biológica, y la Comisión
Mundial del Agua.
Usar la experiencia y las lecciones aprendidas en la implantación
de estas recomendaciones para formular las directrices en la buena práctica,
metodologías apropiadas e indicadores de actuación que
puedan ayudar a otros países cuando traten temas similares.
Evaluar la conveniencia de los principios del Enfoque del Ecosistema
e informar de las conclusiones al CBD-COP7 a principios del 2004.
La comunidad científica y técnica debería examinar
la mejor forma de:
Llevar a cabo los necesarios estudios empíricos para comprender
más plenamente el funcionamiento de los ecosistemas de los ríos
y deltas y los efectos del PHN.
Aplicar las técnicas adecuadas para así evaluar más
ampliamente los beneficios económicos y sociales de un conjunto
deltaico sano.
Investigar los beneficios ya existentes y los amplios potenciales de
los ecosistemas semiáridos que no reciben el impacto de los regadíos.
Evaluar soluciones alternativas para solucionar los crecientes déficit
de agua (ej: reducir la demanda, desalación, etc.)
Las organizaciones no gubernamentales deberían considerar cómo
pueden:
Ayudar en el establecimiento de un diálogo entre las partes interesadas.
Desarrollar y publicar folletos técnicos fáciles de entender,
paneles y notas informativas.
Organizar demostraciones y visitas de las zonas afectadas para mejorar
la concienciación entre los que deben tomar las decisiones y
entre el público en general.
Potenciar aún más la conservación del agua y la
práctica de la gestión de la sostenibilidad de la tierra
y del agua.
APÉNDICE
Los 12 Principios del "Enfoque del Ecosistema"
de la Convención sobre Diversidad Biológica
1.
Los objetivos en la gestión de tierras, aguas y recursos vivientes
son un asunto de elección social.
2.
La gestión debería ser descentralizada hasta el nivel
más bajo adecuado
3.
Los gestores del ecosistema deberían considerar los efectos (inmediatos
o potenciales) de sus actividades en los ecosistemas adyacentes y en
otros.
4.
Reconocer los beneficios potenciales derivados de la gestión,
ya que normalmente se tiende a gestionar el ecosistema en un contexto
económico. Cualquier programa de gestión del ecosistema
debería: a) reducir las distorsiones del mercado que afectan
adversamente a la diversidad biológica, b) dar incentivos para
promover la conservación de la biodiversidad y un uso sostenible,
c) integrar los costes y beneficios en el ecosistema en cuestión
hasta el extremo que sea posible.
5.
La conservación de la estructura y el funcionamiento deberían
ser un objetivo prioritario de este enfoque para así mantener
los servicios del ecosistema.
6.
Los ecosistemas deben ser gestionados dentro del límite de su
funcionamiento.
7.
El enfoque del ecosistema debería ser llevado a cabo en la escala
de espacio y tiempo apropiada.
8.
Reconocer las escalas variantes temporales y el efecto a largo plazo
que caracterizan a los procesos del ecosistema. Los objetivos en la
gestión de ecosistemas deberían estar fijados a largo
plazo.
9.
La gestión debe reconocer que el cambio es inevitable.
10.
El enfoque del ecosistema debería buscar el equilibrio adecuado,
la integración de la conservación y el uso de la diversidad
biológica.
11.
El enfoque del ecosistema debería considerar todas las formas
de información relevante, incluyendo el saber científico
y el conocimiento tradicional de la zona, las innovaciones y la práctica.
12.
El enfoque del ecosistema debería integrar a todos los sectores
relevantes de la sociedad y a todas las disciplinas científicas.