EL PLAN HYDROLOGICO NACIONAL ESPANOL
El trasvase
del Ebro hacia las stepas y la meseta semiaridas de Castilla-La Mancha |
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COMPENSACIONES DE AGUA PARA AGRICULTURA CONTINENTAL EN EL PHN Antonio ESTEVAN En el debate sobre el PHN ha pasado prácticamente desapercibido el hecho de que en el reparto de nuevos caudales en la Cuenca del Júcar, derivado del trasvase del Ebro, se le asignan a Castilla La-Mancha del orden de 200 hm3 de nuevas dotaciones de agua, cantidad superior a la asignada tanto a Cataluña (190 hm3) como a Almería (95 hm3). La imagen trasmitida por los medios gubernamentales de que la finalidad del trasvase consiste en llevar agua del Ebro a la "sedienta" costa mediterránea, ha permitido que el importante papel que ha jugado Castilla La-Mancha en la gestación del trasvase del Ebro se haya mantenido entre bastidores. Sin embargo, la grave problemática del agua en Castilla-La Mancha es una de las claves del PHN, y es la razón por la que José Bono, presidente de la Junta de Castilla-La Mancha y destacado dirigente del PSOE, se opuso a que el PSOE mantuviera el apoyo a la enmienda contra el trasvase votada en el Parlamento Europeo en el pasado mes de febrero, creándole a su partido el conflicto político de todos conocido. Como se puede observar en el mapa de la página siguiente, la Cuenca del Júcar incluye la mayor parte del territorio de la Comunidad Valenciana, pero también buena parte de las provincias de Albacete y Cuenca, de la comunidad auntónoma de Castilla-La Mancha, incluyendo las dos capitales. Textualmente, por lo que se refiere al reparto de nuevos caudales del PHN dentro de la Cuenca del Júcar, el documento oficial del PHN señala: "Nótese, por otra parte, que con las cifras indicadas se alcanza una cierta equidad territorial entre Valencia y Castilla-La Mancha en las nuevas asignaciones de recursos, con valores próximos en ambos casos a los 200 hm3/año" (PHN, Vol. 3, pág. 285). En síntesis, el balance de aguas del PHN para la Cuenca del Júcar es el siguiente: - Transferencias externas:
entrada de 315 hm3 anuales desde el Ebro Según establece el texto oficial, estos 405 hm3 se reparten aproximadamente a partes iguales entre la Comunidad Valenciana (principalmente en Alicante y algo en Castellón) y la de Castilla-La Mancha (básicamente en Albacete y quizá algo en Cuenca). Por razones geográficas obvias, la entrega del agua del PHN a la meseta de Castilla-La Mancha sólo se puede hacer mediante compensación con caudales del Júcar, pues el agua del Ebro no puede llegar físicamente a Castilla-La Mancha. En consecuencia, si se ejecutase el trasvase del Ebro, 200 hm3 de agua del alto Júcar se quedarían en Castilla-La Mancha, además de los que ya son captados hoy en día en esta comunidad. Estos nuevos caudales serían compensados en las provincias costeras con agua del Ebro. Por consiguiente, Castilla-La
Mancha, además de ser la tercera comunidad autónoma receptora
de agua, sería la primera y de hecho la única beneficiaria
en calidad, ya que sería la única que sólo recibiría
agua pura del Júcar, que es el recurso con mejor calidad de todos
los involucrados en el trasvase del Ebro. UTILIZACIÓN
DEL AGUA AGRARIA EN CASTILLA LA MANCHA (1999)
Se observa que sólo en cultivar maíz se consumieron en 1999 en Castilla La Mancha 963 hm3, esto es, más agua que la que el PHN pretende trasvasar desde el Ebro hacia el sur (860 hm3). El cultivo del maíz en Castilla-La Mancha se concentra en la provincia de Albacete, que en 1999 representó el 53% de la producción regional y el 48 por ciento de la superficie plantada y del consumo de agua en el cultivo de este cereal. Esta provincia es asimismo la principal receptora del agua del trasvase compensada mediante agua del Júcar. La finalidad del trasvase del Ebro por lo que se refiere a Castilla-La Mancha es posibilitar el mantenimiento e incluso la expansión de estos cultivos de maíz, que ya no son sostenibles por la severa sobrexplotación que han ocasionado en los acuíferos de la Mancha Oriental y en el manto freático del Júcar. Está previsto para el próximo año el inicio de la construcción del Canal de Albacete, una de las principales infraestructuras de riego previstas en el Plan Nacional de Regadíos, que creará más de 6.000 hectáreas de nuevos regadíos en la meseta manchega. Los usos urbanos representan menos del 5% de las nuevas asignaciones, por lo que no son significativos a los efectos del trasvase, aunque se han utilizado como argumento de justificación. Es sabido, sin embargo, que la productividad del agua asignada al cultivo del maíz en las estepas españolas es una de las más bajas de todas las aplicaciones agrarias conocidas: EL CULTIVO DEL MAIZ EN ALBACETE EN 1999
(Ftes.: Elaboración
propia sobre datos del INE y Cada metro cúbico de agua asignado al cultivo del maíz en Castilla-La Mancha produce una renta bruta (antes de descontar combustibles, abonos, tiempo de trabajo y demás costes de producción), de tan sólo 16,4 Pts., esto es, menos de 0,1 Euros. Sin embargo, el coste de un metro cúbico de agua trasvasado desde el Ebro a la cuenca del bajo Júcar sería de 52 pts (0,31 Euros), según los datos oficiales del PHN. Esto significa que el coste del agua a trasvasar desde el Ebro al Júcar para equilibrar la sobreexplotación de los cultivos de maíz sobre los recursos hídricos de la Mancha Oriental sería más de tres veces superior a la producción bruta generada. Obviamente el maíz es un cultivo absolutamente inadecuado desde el punto de vista ecológico para una meseta semiárida como es La Mancha. Si se ha expandido como lo ha hecho en los últimos años, con producciones medias por encima del medio millón de toneladas anuales, ha sido por efecto de las subvenciones de la PAC, y del desgobierno hidráulico, que ha consentido la sobrexplotación y esquilmación de los acuíferos manchegos, con graves consecuencias ecológicas: desaparición de tramos enteros del río Guadiana, afecciones al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, alteración de las lagunas de Ruidera, etc.. El despropósito económico que supone trasvasar agua del Ebro para compensar la esquilmación de los recursos naturales de agua por el cultivo de maíz y otros productos de baja rentabilidad en Castilla-La Mancha queda completamente oculto en el PHN. Lógicamente, no hay una sola mención a estos costes en los documentos oficiales. La pregunta que queda flotando es la de quién pagará ese agua. Obviamente no lo harán los agricultores de Castilla La-Mancha, que seguirán bombeando agua de sus pozos con un coste de recurso cero, mientras alguien recarga sus acuíferos reponiendo agua con fines "ecológicos" en diversos cursos fluviales y zonas húmedas. El gobierno español espera que una vez más acabe pagando la Unión Europea, con fondos estructurales o de cohesión. Semejante financiación permitiría una gran flexibilidad en la interpretación del principio de la plena recuperación de costes, y consecuentemente en la fijación de los precios. El resultado para la Unión Europea, si acabase aportando fondos para la construcción del trasvase del Ebro, podría acabar siendo bastante inaceptable también en el campo de la agricultura continental, que aparentemente no estaba afectada por el trasvase del Ebro. La Unión estaría pagando considerables subvenciones de la PAC para mantener la agricultura continental de regadío en las estepas semiáridas manchegas, y además estaría aportando, vía fondos estructurales y de cohesión, subvenciones de facto para el agua de cultivo de una cuantía muy superior, por unidad de producto, a las entregadas vía PAC. |
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EL
JUCAR DESPUES EL PHN : regreso
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